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Aveces nos complicamos tanto pensando que el juguete más sofisticado es el que hará feliz a nuestros pequeños, pero la realidad es que ellos se ajustan a lo que tienen a la mano, o a caso no recuerdan esas baterías con las ollas de mamá o cuando te metías a las cajas de cartón simulando que era un carro.
Lo de hoy es regresar a lo básico y no dejarnos llevar tanto por el consumismo, aunque claro si hay la posibilidad de comprar un juguete lindo se puede, pero con esta opción enseñamos a los peques a reutilizar materiales y hacemos que se diviertan un rato.
Estos son algunos ejemplos de lo que podrías hacer con cajas de cartón:
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